El programa Palabras Mayores que Grupo SENDA produce en Radio Internacional, se realizó en el contexto de los campamentos intergeneracionales que desarrolla Amavir Coslada, poniendo en valor las relaciones entre niños y residentes como herramienta eficaz para fomentar una educación en valores en los más pequeños y para visibilizar a los mayores como personas con plenos derechos en nuestra sociedad y con muchas cosas que aportar. Este programa se realizó el último día de celebración del campamento como parte del ciclo de jornadas “Trata como te gustaría ser tratado” que está desarrollando la Fundación Mayores de hoy, con la colaboración de Obra Social “la Caixa” y la Consejería de Política Social y Familia de la Comunidad de Madrid. Además, del apoyo de Amavir en esta acción concreta.
Frente a los micrófonos de Palabras Mayores estuvieron los protagonistas de este campamento, profesionales del centro, los niños de entre 4 y 12 años participantes en el campamento y algunos de los residentes de Amavir Coslada. La presidenta de la Fundación Mayores de Hoy, Matilde Pelegrí, recordó que el objetivo de estas jornadas es “promover el buen trato a las personas mayores como estamos viendo hoy en este centro y dar a conocer iniciativas intergeneracionales, de divulgación, comunicación, del conocimiento del mundo de las personas mayores y su cuidado”. Pelegrí insistió en que los centros residenciales son “un ejemplo de buen trato, de cómo hacer las cosas bien, y nosotros tenemos que darlo a conocer, tenemos que divulgarlo”. Este ciclo seguirá creciendo porque el balance que hace la Fundación de estas cinco jornadas “es muy bueno y queremos seguir en esta línea”.
La encargada de relacionar la diversidad de actividades que compartieron niños y mayores en este campamento fue la psicóloga del centro, Marta Alcaraz. Actividades como juegos al aire libre, “talleres master chef elaborando magdalenas, taller de reciclaje, otro de pintar unas macetas que al día siguiente se plantaban, taller de primeros auxilios con la intervención de los enfermeros y médicos del centro, olimpiadas, taller de decoración y fiesta de agua para cerrar el campamento”. Estas actividades son algunas de las que han compartido niños y residentes durante una semana. Actividades que consiguen, según Alcaraz, hacer que los mayores “sean más felices, aumentan su autoestima porque se sienten más útiles, muestran un mayor grado de cooperación en el centro, y se eliminan las barreras que marcan los prejuicios y estereotipos cuando hablamos de personas mayores”.
Alcaraz reconoce que el objetivo de estos campamentos es fomentar el envejecimiento activo y saludable y han comprobado cómo los niños, “además de pasárselo muy bien, ayudan a los mayores cuando estos tenían alguna dificultad”.
Por su parte, la terapeuta ocupacional del centro, Magdalena Álvarez, añadió que para los más pequeños esta convivencia es una “auténtica lección de vida” a la que no tendrán acceso de otro modo. Estos encuentros ayudan a fomentar el buen trato porque facilita que, desde pequeños, los niños se den cuenta “de lo que son las personas mayores, de lo que valen y lo que nos pueden enseñar. Y lo importante que es que eso que aprenden puedan trasmitirlo después a la sociedad, en el colegio, en sus casas, a sus amigos.
Además, la terapeuta reconoce que los residentes que han participado en esta actividad se han mostrado “mucho más activos, pero una de las cosas más importantes es el vínculo que se crea con los niños. Tanto los mayores como los niños están pendientes unos de otros durante todo el año. Ese vínculo que se crea en estos campamentos se mantiene durante todo el año”.
Por otro lado, dos de las residentes participantes en este encuentro, Ramona Collado y Amparo Canet, y dos de las niñas que han formado parte de este campamento intergeneracional, Paula Martínez y Aitana Gorbalán, reconocieron sentirse más que satisfechas de poder vivir y compartir esta experiencia que les ha ayudado a sentirse más activas y útiles.
Como parte del programa, el cómico Emilio González, puso la nota de humor con su sección “Historias sin importancia”, demostrando una vez más que el sentido del humor ayuda a vivir mejor y ayuda, también, a acercar a niños y mayores en este caso.
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